Desde su propio cultivo y recolección para pasar después a la confección y posterior transporte, el cuidado y esmero en la manipulación de los cítricos es fundamental. El tratamiento que se le realiza es determinante en cómo esta llega a su destino final, o lo que es lo mismo, a manos del consumidor. Para ello son necesarios el conocimiento y la experiencia, pero también un adecuado equipamiento tecnológico que permita llevarlo a cabo.  

GAMBÍN lleva décadas perfeccionando sus procesos a través de la observación y la corrección de posibles desviaciones. La trazabilidad de los cítricos es esencial para ello: conocer e identificar los cambios a los que están expuestos durante todo el proceso, y sin duda la temperatura es uno de los más sensibles.  

Por este motivo, todos los camiones que transportan fruta GAMBÍN están equipados con termógrafos: se trata de un instrumento que permite medir la temperatura del lugar en el que se ubican, registrándola de manera exacta en y permitiendo conocer los posibles cambios en ella que se puedan producir. No sólo esto, sino que además posiciona geográficamente la mercancía en un momento determinado, pudiendo así actuar de manera proactiva o realizar las correcciones oportunas a posteriori en caso de que se haya registrado alguna incidencia.  

De este modo, GAMBÍN proporciona a sus consumidores la seguridad y garantía en los procesos de transporte, certificando que durante la ruta se ha cumplido con todas las especificaciones técnicas independientemente de la distancia existente entre la planta central situada en Cox (Alicante) y el punto de recepción de la mercancía. Lugar que debido a la intensa actividad de la empresa en la exportación de cítricos puede encontrarse a muchos kilómetros.