Entró un día a GAMBÍN para negociar un acuerdo de proveeduría en exportación de cítricos para un supermercado británico. Lo que no sabía es que ese sería el inicio de una larga relación que está a punto de cumplir una década. “La dirección se interesó por mi perfil, estuvimos hablando y a los pocos días me incorporé”, recuerda. Su nombre es José Francisco Pérez, más conocido como ‘Fran’, y es el Gestor Comercial de Exportación de cítricos de la empresa. 

Su principal cometido es la gestión diaria de buena parte de los mercados internacionales en los que opera GAMBÍN, tanto grandes cadenas de supermercados como mercados tradicionales, especialmente los ubicados en Francia, Italia, Polonia y otros países europeos. Recepción de pedidos, atención al cliente, coordinación con las áreas de producción y logística de las órdenes recibidas o seguimiento de las cuentas de clientes de exportación de cítricos son algunas de sus tareas principales. 

“Es una labor muy apasionante, porque es dinámica y por lo tanto nada monótono. Tanto por las características del puesto como por la particularidad de un producto como los cítricos”, explica. “Depende de muchas variables. Es un producto perecedero, que tiene un límite de producción, con calidades que oscilan dependiendo de las cosechas y factores internos como la climatología. ¡Nunca hay una campaña igual!”, reflexiona. 

Concentración y dedicación

Máxima concentración y dedicación son, por lo tanto, requisitos indispensables para llevar a cabo su labor. “Hay que estar siempre en alerta y despierto para captar todas las circunstancias que ocurran alrededor e informado al máximo”, asegura. Además de una estrecha relación con el cliente. “Tanto como si son responsables de departamentos de compras de grandes supermercados como propietarios de mercados, es indispensable tener afinidad con ellos. La confianza mutua es indispensable para poder navegar los posibles problemas o contratiempos que puedan surgir”, destaca. 

Algo que, según Fran, no sería posible sin tener un gran equipo y una sólida estructura organizativa detrás. “La principal característica de GAMBÍN es su capacidad de trabajo y adaptación, basada en la búsqueda continua de mejoras en los procesos productivos y logísticos. Esto nos permite atender lo más rápido posible las necesidades de los clientes”, asegura. Se trata, según su experiencia, en algo fundamental para un mundo absolutamente global en el que la competencia constante y donde los productores españoles ya no están solos. “Ser consciente a esta circunstancia y adaptarse a ella es clave. Además de seguir destacando por la calidad, que es algo que diferencia a GAMBÍN en los mercados. Somos una marca muy consolidada, fiable tanto por las características de su producto como nuestra seriedad y continuidad. Eso es algo que valoran nuestros clientes por encima de todo y, por supuesto, vamos a seguir manteniéndolo”, concluye.