Control de accesos: la puerta de entrada a GAMBÍN
Miles de camiones llegan a lo largo del año hasta las instalaciones centrales de GAMBÍN –empresa especializada en la producción, comercialización y exportación de cítricos ubicada en la localidad de Cox (Alicante)–, para transportar sus mercancías a los más distintos países. A ello hay que añadir los vehículos procedentes da las fincas propias, así como los de servicios técnicos para garantizar el correcto funcionamiento de la plaza. Sin olvidar a los centenares de trabajadores que desde sus distintas posiciones y departamentos ponen a diario en marcha la gran maquinaria que permite a personas de todo el mundo disfrutar de excelentes limones, naranjas, mandarinas y piñas.
Con un tráfico incesante, el control de accesos se convierte en una actividad imprescindible para asegurar no sólo el correcto funcionamiento del sistema, sino también la seguridad. Más todavía durante un periodo de pandemia como el que nos encontramos, en el que las medidas de precaución tomadas contra el Covid-19 desde la más incipiente irrupción del virus han sido una prioridad para GAMBÍN.
Joaquín González y Antonio Candela son los dos responsables de velar porque todo funcione a la perfección a la hora de entrar al recinto. Dos experimentados trabajadores que en los últimos meses han añadido un cometido fundamental a su lista de actividades: proporcionar mascarillas nuevas, tomar la temperatura y realizar el test de reconocimiento verbal tanto a los trabajadores como a cualquier visitante de la planta. No es la única. También son los encargados de la recepción de camiones y su posicionamiento en los muelles de carga, algo que en los momentos de mayor tráfico es primordial para conseguir la fluidez y menores tiempos de espera posible deseados por todos. Manejo de la báscula para el pesaje de mercancía, control de matrículas o vigilancia de la zona de parking para empleados y visitantes complementan su labor.
Juntos forman una dupla que se coordina y complementa a la perfección en función de las necesidades de la empresa, adaptándose a los requerimientos que cada día exige. Y con un añadido que ambos califican como muy positivo: conocen absolutamente todas y cada una de las cientos de caras que cada día entran a GAMBÍN. Algo que aprovechan para fomentar el compañerismo y en lo que ellos desempeñan un papel fundamental con su simpatía y disponibilidad.