Cinco recetas con naranja GAMBÍN con las que no dejarás nada en el plato
No hay cocina más saludable que la de mercado. Aprovechar aquello que la huerta trae en cada época del año para maximizar los sabores y matices de cada producto. En esta época del año podemos aprovechar las muchísimas bondades y posibilidades que brindan las naranjas Navel y Navel Late, dos variedades conocidas por su dulzor natural y por la cantidad de opciones que nos abren. Aquí van cinco recetas con naranja GAMBÍN útiles y deliciosas.
Hacer recetas con naranja, o con cualquier fruta, puede llevar implícitamente a pensar en dulces y postres. Aunque en ese campo las posibilidades se multiplican, el sabor y características de naranjas como la Navel y la Navel Late invitan a experimentar e innovar, probar más allá y hacer combinaciones menos comunes pero igualmente sabrosas. Con la fruta, hay vida más allá de zumos, bizcochos y tartas.
Vinagreta de naranja
Para disfrutar de las propiedades de la fruta, nada como platos frescos. Por eso, un listado de recomendaciones de recetas con naranja debe empezar por la base: las ensaladas. Además del ya clásico recurso de trocear unos cuantos gajos como ingrediente para nuestras ensaladas, una deliciosa manera de integrar esta magnífica fruta puede ser elaborando una vinagreta: base de zumo de naranja, unas cucharadas de aceite de oliva, unas cucharadas de vinagre balsámico de Módena, mostaza, miel y pimienta fresca recién molida. Para probar y repetir una y otra vez.
Pato a la naranja
Si una carne marida a la perfección con la naranja es, sin duda, el pato. Una receta sobradamente conocida de la cocina francesa, más sencilla de lo que puede parecer, y con un resultado tan sorprendente como apetitoso. La mecánica será la misma que para cocinar un pollo al horno, pero alterando algunos ingredientes: rellenaremos el pato con varios gajos de naranja previamente macerada (el brandy es una buena opción), lo salaremos y regaremos con aceite de oliva, el caldo de la maceración y especias. Una vez hecho, lo serviremos con una salsa agridulce hecha a base de naranjas, vinagre y azúcar, con la que también habremos previamente untado la carne más o menos a mitad tiempo de cocción. Una delicia.
Pesto de naranja
Una de las salsas más universales de la cocina italiana, el pesto, también puede elaborarse con naranja para darle un toque cítrico y diferente al original. En este caso, a la base de albahaca, aceite de oliva y queso, podemos añadirle la ralladura de una cáscara de naranja y unas cuantas cucharadas de su zumo. Ideal para casi cualquier cosa: como salsa en un plato de pasta, para darle un toque a una carne o incluso como base para unas croquetas.
Lubina a la naranja
El pescado, en muchas ocasiones, es cocinado o condimentado con limón como complemento perfecto para su sabor. Y, con este fin, la naranja puede hacer exactamente el mismo papel. Una lubina fresca (o un emperador, o un rodaballo) pueden resultar extremadamente deliciosas mezcladas con naranja en una técnica tan ancestral y sencilla como el papillote. Basta con envolver el pescado que queramos cocinar en un papel resistente al calor, condimentarlo debidamente e incluir unas rodajas de naranja. Un toque fresco y reconocible.
Salsa barbacoa casera
Si una preparación puede aplicarse a diferentes platos y ocasiones es, por supuesto, una salsa. Ideal para carnes, pescados, bocadillos, para dipear con cualquier aperitivo o incluso como base, sustituyendo al tomate, en una pizza. Una combinación maravillosa es la salsa barbacoa a la naranja, fácil de hacer en casa con unos pocos ingredientes: mezclaremos salsa de tomate (podemos usar ketchup) con mostaza, azúcar, cebolla, sal, pimienta, orégano, ajo y, por descontado, zumo de naranja. Se prepara en un minuto y podemos probarla durante el proceso para ajustar la cantidad de ingredientes y conseguir los matices deseados. Barnizar con ella un costillar al horno es, sencillamente, un espectáculo.