GAMBÍN y su gestión de recursos hídricos: cuidado para la tierra
Trabajar directamente en contacto con la tierra crea con ella un vínculo muy especial. De respeto y cuidados. Obtenemos de ella lo mejor de sus frutos y queremos compensarle protegiendo su esencia. La agricultura es, a nivel mundial, la industria que más recursos hídricos consume. Por ello, la gestión que hacemos de ellos en GAMBÍN tiene una importancia estratégica, tanto para los cultivos como para el cuidado de la tierra que los acoge.
Un correcto uso del agua es fundamental. Existe una doble vertiente: por un lado, las dotaciones que requieren los cultivos; por otro, la contaminación de las masas de aguas superficiales. Dos cuestiones a las que atender con la mayor eficiencia posible.
En el caso de GAMBÍN, el cultivo de cítricos en general -y del limón en particular- se concentra en el sureste de España: el sur de la provincia de Alicante, la Región de Murcia y el norte de Almería. Un área en la que se concentra el volumen de cultivo más importante de la superficie de limón nacional (hasta el 90%), lo que obliga a prestar especial atención a la gestión hídrica al tratarse, además, de una zona de escasas precipitaciones.
Las buenas condiciones edafoclimáticas de la zona contrastan con la limitación hídrica: un importante condicionante al restringir el acceso a un recurso tan básico para los cultivos como es el agua. Esa restricción nos ha llevado a alcanzar un alto nivel técnico en lo que a la gestión de recursos hídricos se refiere: para poder ser más eficientes, debemos cuidar cada detalle.
Para ello, seguimos diferentes líneas maestras. Por un lado, nos basamos en los datos de estudios agroclimáticos de la zona, lo que nos ayuda a conocer la evotranspiración del cultivo. Aplicamos las técnicas de análisis de suelos -con características físico-químicas- y modernizamos los sistemas de riego, utilizando riegos de precisión.
Además, es necesario elaborar estrategias de fertirrigación (control de UF) y aplicar la tecnología de riego mediante sensores de humedad. Eso permite que cada gota de agua que se utilice sea empleada de manera inteligente y efectiva, reduciendo al máximo el desperdicio y aprovechando todo el potencial de los recursos para obtener el mejor resultado en los cultivos.
De esta manera, el consumo de agua y energía está completamente optimizado dentro de nuestras explotaciones citrícolas. Así, desde GAMBÍN contribuimos a la sostenibilidad del cultivo, reduciendo el impacto en el medio ambiente y con una notable reducción de los costes directos del cultivo. Una manera de transmitirle a la tierra que queremos cuidarla y respetarla.