“En el trabajo de almacén una buena comunicación es clave para que todo funcione”
Su conocimiento del mundo de la fruta es total. No es para menos después de toda una vida dedicado a ella y realizando las más distintas labores que se puedan imaginar. Una trayectoria que le ha dado a Ángel Jesús Pelegrín Pérez una percepción global del mundo de los cítricos y que ahora pone en práctica como Jefe de Almacén de GAMBÍN, empresa en la que pronto cumplirá 21 años de experiencia y de cuyo engranaje es pieza fundamental.
–¿Cómo fueron tus primeros pasos en GAMBÍN?
–Fue por el año 2000. Yo venía del mundo de la venta ambulante, un mundo muy particular del que aprendí muchas cosas sobre la fruta y su entorno. Yo nunca había trabajado en un almacén, pero me dieron la oportunidad de entrar a trabajar aquí y así empecé. Eso me permitió conocer el sector desde otro punto de vista, distinto al que hasta el momento yo tenía. Empecé realizando labores de confección y poco a poco fui adquiriendo más conocimientos y realizando otras labores, como llevando el toro o abasteciendo de producto a las confeccionadoras.
–Tocaste varios palos distintos….
–Sí, porque luego también pasé al área de materia primera del campo de cítricos: limón, naranja y mandarina. Durante cinco años me ocupé de recibir los camiones que llegaban de las fincas, bañarlos en el drencher, posicionarlos y controlarlos para el secado.
–¿Qué te permitió toda esta experiencia adquirida?
–Pues aprender cada día más dentro de la misma empresa y tener la oportunidad de que me nombraran Jefe de Almacén. Ese es el trabajo que realizo desde hace unos seis años y que consiste en que se cumplan los protocolos y normas establecidos en los planes de trabajo. Que se posicione bien el cítrico en las cámaras y que nunca falta producto en la línea. Esa es una de las cosas fundamentales para evitar la pérdida de tiempo y que nuestro trabajo sea eficiente. Además, por supuesto, de que todos los palés de mercancía sean correctos y ordenados como se debe.
–¿Cómo se organiza el trabajo para que todo esto se cumpla?
–Todos los días realizamos un planning conjunto con toda la información de la que disponen los distintos departamentos y áreas: producción, logística, comercial, etcétera. Siempre buscamos que todo funcione de forma fluida. Tanto en el volcado, como en el envasado y el paletizado. Además, ponemos mucha atención a la revisión del etiquetado, así como al posicionamiento del producto en cámaras para su enfriado.
–¿Qué crees que es lo más importante de esta labor?
–La comunicación. Eso es lo más importante. Teniendo comunicación entre todos siempre vamos un paso por delante. Si vas por detrás, se tropieza mucho. Esta comunicación se mantiene sobre todo con comercial, que nos va dando información al detalle y al momento sobre el estado de los pedidos y las necesidades del cliente.
–¿Qué papel juega el sistema de Digital Signage recientemente instalado para mostrar información en tiempo real sobre KPI’s?
–Las pantallas nos ayudan mucho porque así tenemos los parámetros más importantes al momento y sabemos cómo está funcionando cada línea e incluso cada persona. Ayuda mucho porque ahora tenemos más visión de lo que sucede en cada zona de la planta y podemos ir tomando decisiones al respecto.
–¿Qué supone para ti llevar tantos años en GAMBÍN?
–Para mí GAMBÍN es una parte imprescindible de mi vida. Cuando entré, no éramos más de diez personas trabajando. Ahora, somos más de 400, pero se sigue manteniendo ese espíritu familiar y de contacto directo tanto con los compañeros como con la propiedad.
–Has vivido en primera persona la evolución de la empresa…
–Sí. Ha sido una evolución muy buena y grande. Al principio tropezábamos mucho y para llegar hasta donde estamos ha habido que pelear duramente, consiguiendo que ahora los envasados y la calidad de GAMBÍN sea una referencia en los mercados. Además, hemos conseguido realizar nuestro trabajo de una manera más eficiente. Tanto en lo que a producto final se refiere como a los recursos que utilizamos. Optimizamos muy bien los turnos y eso los empleados lo agradecen.
–Tú que procedes del mundo de la venta, ¿qué crees que diferencia al producto GAMBÍN?
–La calidad. El producto que lleva cada caja de cualquiera de las marcas. Hay mucha diferencia en eso y es algo que los profesionales de los mercados y los consumidores saben reconocer. El detalle con el que cuidamos la fruta y como esta llega a su destino no pasa desapercibida.